miércoles, 18 de marzo de 2015

POSIBLES CONSECUENCIAS PARA ESTADOS UNIDOS DE LAS REVOLUCIONES EN EL MEDIO ORIENTE

Lima, 21 febrero 2011

POSIBLES CONSECUENCIAS PARA ESTADOS UNIDOS DE LAS

REVOLUCIONES EN EL MEDIO ORIENTE

       Por: Nelson Vásquez Juárez  
          
             Las revoluciones que han derrocado las dictaduras de Egipto y Túnez, los movimientos de protesta en Yemen, Libia, Bahréin y Marruecos deben estar generando preocupación en algunos sectores de los Estados Unidos.  En esa zona Estados Unidos defiende sus intereses petroleros. Si Kuwait no tuviese el petróleo que tiene Estados Unidos no hubiesen encabezado una coalición para desalojar a los irakies. Pero la política exterior norteamericana ha traído como  consecuencia el deterioro de su imagen en los pueblos árabes. El irresuelto conflicto palestino-israelí (el apoyo norteamericano a Israel), la guerra contra Irak, los abusos en las cárceles de Abu Ghraib y Guantánamo han ido generando en el Próximo y Medio Oriente resentimientos en el pueblo musulmán, se ve a Estados Unidos “como una rendición del pasado colonial”[1], “como el heredero de la misión imperialista británica.”[2]

            Hace algunas décadas la imagen norteamericana no estaba tan desacreditada en esa región, “muchos musulmanes vieron en la irrupción política de Estados Unidos en Oriente Próximo y Medio tras la Segunda Guerra mundial una fuerza liberadora que contribuyó al fin del dominio colonial anglo-francés.”[3] El desprestigio norteamericano y el resentimiento contra ese país ha sido un proceso, la guerra contra Irak ha sido el hecho que tal vez ha traído las consecuencias más negativas para Estados Unidos: “la credibilidad global de Norteamérica ha quedado hecha añicos”[4] y “han despertado además, un odio enconado (contra Estados Unidos) en el mundo islámico.”[5] Según Brzezinski a los musulmanes de la región “sus propios recuerdos históricos los han llevado a identificar cada vez más el poder estadounidense en la zona tanto con el pasado colonial británico como con las políticas israelíes actuales, y, por lo tanto, se sienten cada vez más molestos con la presencia norteamericana.”[6]

            Unas de las consecuencias, a largo plazo, de las revoluciones en el mundo árabe es que Estados Unidos termine siendo expulsado de esa región. Algunos analistas norteamericanos han planteado esa posibilidad ante la creciente animadversión contra Estados Unidos.[7] Este proceso va a ser gradual y otros factores intervendrán en ello. Así la emergencia de China como potencia económica, la necesidad del gigante asiático de petróleo para seguir con su dinamismo económico hacen inevitable la presencia China en esa parte del mundo. Además, los chinos no son mal vistos en el mundo musulmán. 

            Para el analista Pablo Gámez “una de las potencias que está cosechando ganancias de la incertidumbre en Medio Oriente, es China: en lo fundamental a lo que respecta a sus intereses petrolíferos y a la industria que ha sabido establecer en esa región del planeta.”[8]  Por su parte, Luis Clavijo, experto en geopolítica y petróleo ha dicho que “la China le esta ofreciendo a los países árabes y África lo que Occidente les ofreció al principio: nueva maquinaria, nuevos trabajos, gente de afuera que les enseñen, y lo fundamental: trabajar con usted.”[9] Además, Clavijo ha expresado: “hemos observado, en la industria petrolera, como han sido desplazadas las compañías europeas, norteamericanas, australianas, por compañías de servicios de la China; igual vemos cómo las compañías de exploración petrolera ahora compiten o son socios de compañías chinas que están explorando y produciendo hidrocarburos” precisando que “no es la nueva entidad que controla el petróleo en Medio Oriente, pero es un grupo bastante fuerte que está desplazando a compañías de servicios y un grupo que se está apoderando de áreas petroleras de producción o reservas en el subsuelo.”[10]

            En su libro “Tres Presidentes” Zbigniew Brzezinski planteaba ya la posibilidad que “los productores de petróleo de la región del golfo Pérsico, siempre en busca de estabilidad política y de consumidores fiables, podrían gravitar cada vez más hacia la órbita china.”[11] El analista norteamericano expresa que “en su cauta pero persistente lucha por potenciar su papel internacional, es probable que Pekín –poniendo sus miras más allá del este de Asia- fije su siguiente objetivo en Oriente Próximo y Medio. Para convertirse en una importante presencia en aquella zona, China pondrá el acento en que puede ser un fiable cliente de los países productores de petróleo, un proveedor competitivo de manufacturas y armamento, y un socio políticamente amistoso.(...) No resulta tan descabellado imaginar que China pueda erigirse en la influencia dominante en la región si Estados Unidos no reconsidera las políticas que ha aplicado allí tras el 11-S.”[12]  Agregando que esto tendría consecuencias en Europa: “si Oriente Próximo y Medio se alejase políticamente de Estados Unidos para aproximarse a China, se produciría una onda expansiva que afectaría también a los lazos de Europa con Norteamérica y amenazaría la primacía de la comunidad atlántica.”[13] Añade Brzezinski: “La pérdida del predominio estadounidense en la región tendría consecuencias catastróficas para la posición norteamericana en Europa y en Extremo Oriente.”[14]  
           
Las revoluciones que han ocurrido, y pueden seguir, en el Oriente Próximo y Medio pueden tener consecuencias en el balance del poder del mundo. La pésima política exterior norteamericana, su desprestigio en esa zona, la crisis económica que padece, el surgimiento como potencia de China, el dinamismo político que está mostrando el  pueblo musulmán son factores que incidirán en un cambio de las relaciones internacionales en esa parte del mundo y con ello en la menor influencia estadounidense en el Próximo y Medio Oriente. 



  



















[1] Brzezinski, Zbigniew: “Tres Presidentes. La segunda oportunidad para la gran superpotencia americana”, Ediciones Paidos, Ibérica, S.A., Barcelona, 2008, p. 106.
[2] Brzezinski, Zbigniew: Op. citada, p. 105.
[3] Brzezinski, Zbigniew: Op. citada p. 172.
[4] Brzezinski, Zbigniew: Op. citada p. 194.
[5] Brzezinski, Zbigniew: Op. citada p. 196


[6] Brzezinski, Zbigniew: Op, citada pp. 199-200.
[7] Brezinski, Zbigniew ha señalado que el desprestigio de Estados Unidos en esa zona“plantea a largo plazo el riesgo de que Estados Unidos acabe siendo expulsado definitivamente de aquella región.” EN: Op. citada pp. 249-250.
[8] Gámez, Pablo: “Medio Oriente: la ganancia China”, 18 febrero 2011, publicado en Radio Nederland Internacional, www.rnw.nl/espanol/print/304395.
[9] Idem.
[10] Idem.
[11] Brzezinski, Bzigniew: “Tres Presidentes”, p. 206.

[12] Brzezinski, Bzigniew: “Tres Presidentes”, p. 216.
[13] Brzezinski, Bzigniew: “Tres Presidentes”, pp. 206-207.
[14] Brzezinski, Bzigniew: “Tres Presidentes”, p. 210.

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